Erase una vez una ESPERANZA COLECTIVA que quería nacer

Autor: Núria Baldrich Mora

Publicado el 30 de mayo de 2023

Publicado el 30 de mayo de 2023

Autor: Núria Baldrich Mora

El “poder con” consiste en la interacción con otros de cara a un propósito común. Este poder permite obtener resultados que no se conseguirían yendo por libre, puesto que, desde este poder, se generan nuevas capacidades y posibilidades por el efecto de la sinergia (el todo es más que la suma de las partes).

El “poder con” nos posiciona, no sólo en el momento de abordar retos personales con el apoyo de otr@s, sino, y en particular, para abordar retos colectivos que requieren de la colaboración para ser afrontados.

Y es que es clave que, en el marco de una cultura mayoritaria que aboga por el individualismo, comprendamos que los retos colectivos no se pueden afrontar con estrategias individuales de supervivencia.

De hecho, en esta disyuntiva, podemos apelar a lo que se conoce como dilemas sociales, que son situaciones donde hay choque entre los intereses colectivos y los individuales. Estos dilemas toman distintas formas, pero comparten una base común y es que, en contextos dónde se da este choque, cuando se escoge operar desde estrategias e intereses individuales, al final todo el mundo pierde. Como ejemplos de dilemas sociales encontramos:

  • La tragedia de los comunes:

Diferentes personas o grupos que comparten un bien común y algunas cogen más de lo que les corresponde, la cual cosa puede llevar a un contagio de la actitud que suponga que al fin todo el mundo pierda (por ejemplo, al superarse los límites de capacidad de generación de recursos).

  • El dilema de los bienes comunes:

No todo el mundo contribuye igual para mantener un bien común del que todos se benefician, con los efectos negativos que acarrea este hecho.

  • El dilema de equidad:

En este caso es un dilema que tiene que ver con cómo repartir beneficios y recursos de forma compensada. Si no hay una vía basada en algún tipo de justicia distributiva aceptada por el grupo, las consecuencias negativas no tardaran en llegar.

Habiendo introducido el marco anterior, en el artículo de hoy, quiero presentarte dos experiencias de nuevas formas de hacer basadas en el “poder con”, en las que he tenido el honor de participar profesionalmente. En este caso son dos acciones planteadas en el marco de una Administración pública como impulsora (la Generalitat de Catalunya). Pero este tipo de procesos que visibilizo a continuación se pueden aplicar en distintos contextos, con sus respectivas versiones y sus respectivos fines, como por ejemplo para el mundo empresarial.

Dicho lo anterior, ahora ya sí, estos ejemplos que te traigo son:

  • Por un lado, la organización de unas jornadas de trabajo conjunto para definir las bases de una legislación. En el proceso han participado los distintos roles implicados y que se verán afectados por dicha normativa: sector que deberá cumplir la normativa, sectores económicos vinculados, científic@s, Administración pública…
  • Por otro lado, la ampliación del modelo de gobernanza de cogestión a un nuevo sector. La cogestión implica dar igual peso en el poder de decisión a los distintos actores implicados en un ámbito específico. Y todo ello de una manera sostenida en el tiempo y no como una acción puntual.

 

En ambos casos, lo que es coincidente es la participación multi-actor al servicio de lo común. Y, basándome en mi experiencia profesional en procesos de inteligencia colectiva, entre otros, apunto a continuación algunos motivos por los que tiene sentido trabajar desde este enfoque:

  • Nuestra opinión no es más que un punto de vista, es decir, tal como sostiene una de las premisas de la Programación Neuro-Lingüística, nuestra opinión es un mapa (interpretación) y no el territorio (realidad). En este contexto, los diálogos multi-actor permiten superar la mirada subjetiva de la realidad. Además, todas las opiniones son importantes, puesto que todas tienen una parte de verdad.
  • El diálogo introduce nueva información de aspectos que no veíamos. E incluir los diferentes puntos de vista facilita una mejor comprensión de la realidad, con lo cual se pueden emprender acciones más precisas para darle respuesta. En otras palabras, es desde la generación de conocimiento a través del diálogo que se pueden dar respuestas más adaptadas a la realidad.
  • Facilita soluciones más innovadoras gracias al aprovechamiento de la inteligencia colectiva y, también, una toma de decisiones más informada y legitimada.
  • Favorece un mayor grado de compromiso en el cumplimiento de los acuerdos, por el hecho que las personas se han sentido escuchadas y han participado en el diseño de las soluciones.
  • Asimismo, se generan espacios de encuentro, de relación, de comprensión mutua, de prevención y gestión constructiva de conflictos, de generación de complicidades, de construcción de comunidad y de relaciones de cooperación, etc.

Finalmente, mencionar que a pesar de que las nuevas formas de hacer requieren su recorrido, por el hecho de que implican un cambio cultural y un reajuste relacional entre la diversidad de actores, ejemplos como los compartidos hoy son brotes de lo nuevo que quiere nacer. Estas prácticas apuntan a nuevas direcciones que activan la esperanza colectiva de un futuro mejor que, además, se siente como posible.

CUÉNTAME: ¿Qué crees que verías diferente si este tipo de prácticas fueran la norma y no la excepción?¿ Cómo te sentirías con eso?

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