¿LIDERAZGO MASCULINO O FEMENINO? NO, GRACIAS, ESCOJO EL LIDERAZGO INTEGRAL
Autor: Núria Baldrich Mora
Publicado el 10 de febrero de 2024
Hoy quiero traer una reflexión controvertida y que acostumbra a activar sensibilidades de una manera intensa. A pesar de ello, soy de la opinión que en la vida debemos posicionarnos y expresar con coraje aquello que consideramos que puede aportar valor al mundo, incluso, y en particular, cuando lo que un@ expresa no forma parte de lo que la cultura mayoritaria sostiene. Y, en este contexto, de lo que te voy a hablar es desde una perspectiva interna, siendo una mirada menos habitual en un mundo en el que estamos tan para afuera. Así que, sígueme, que allá voy.
Atendiendo al entorno cultural en el que estamos inmers@s, se nos educa de manera diferente en función del sexo con el que hemos nacido. Igualmente, pasa que se da un valor diferente a aquellos aspectos tradicionalmente asociados a lo femenino (yin) y aquellos aspectos asociados a lo masculino (yan).
Así pues, sin que esto excluya que hombres y mujeres somos diferentes, no podemos obviar la cuestión de género (es decir, la construcción social de la identidad diferenciada entre hombres y mujeres, que no se basa en las diferencias naturales que provienen de lo biológico, sino que se basa preferentemente en los estereotipos sociales de cómo debe ser un hombre y como debe ser una mujer).
Quizás estás de acuerdo o quizás no con el planteamiento que he formulado hasta el momento. Es por ello que te invito a que puedas ver este experimento social respecto a la construcción social del género que realizó la BBC y que reflexiones entorno a su contenido.
¿Qué te ha parecido el video? ¿Te ha traído alguna reflexión nueva a tu forma de entender la citada cuestión?
Quiero compartirte mi mirada al respecto. A mi entender, si bien es cierto que el sistema externo “ha cambiado” en parte, muchos de nuestros sistemas de creencias inconscientes no lo han hecho. En concreto, la reflexión que quiero transmitir es que, a día de hoy, la cultura patriarcal ha cogido una dimensión más invisible, a través de internalizar, en un nivel más inconsciente, los valores patriarcales.
En otras palabras, dentro de cada un@ de nosotr@s vive el patriarca interior: un aspecto interno que opera más allá de los límites de nuestra conciencia y que se puede entender como la voz de la cultura internalizada.
Así pues, el patriarca interno continúa llevando viejas reglas y valores patriarcales y, en este sentido, a pesar de su naturaleza más bien invisible, afecta a nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Y es así porqué ésta voz internalizada de la cultura patriarcal no sólo define como debemos ser las mujeres y los hombres (desde la construcción social y no desde lo biológico), sino que les da un valor diferente a los aspectos masculinos y a los femeninos. Y aquí es donde quería llegar como punto de partida para desarrollar el artículo que hoy traigo.
La cuestión es que, dentro de cada ser humano, tanto en hombres como en mujeres, existen tanto los aspectos femeninos como los masculinos. A pesar de ello, atendiendo al entorno cultural, no sólo se distribuyen de manera diferente en función del sexo, sino que, además, el flujo tanto interno como externo entre ambos aspectos está desequilibrado.
Este hecho tiene consecuencias no deseadas, tanto a nivel individual como a nivel colectivo. Y es así porqué necesitamos de ambos aspectos tanto para ejercer un liderazgo integral, como para poder llevar a cabo los proyectos vitales y profesionales que tenemos entre manos de una manera exitosa en un sentido amplio.
Sin entrar en mucho detalle (prometo que, si hay interés, lo voy a desarrollar en un futuro articulo y, es por ello que, si es el caso, te pido que me lo hagas saber a través de los comentarios), quiero apuntar ejemplos respecto a algunas de las características asociadas a cada uno de los aspectos. Asimismo, quiero apuntar algunos ejemplos de consecuencias cuando no hay una danza dinámica que los incluye a ambos. ¿Vamos a los ejemplos?
Empiezo por ejemplos de características de los citados aspectos femeninos y los masculinos (recuerda que no hablo de hombres y mujeres, sino de aspectos femeninos y masculinos que tenemos todos los seres humanos, independientemente de nuestra identidad sexual). Algunos de los aspectos masculinos son: foco y dirección, estructura, acción, lo lineal, etc. Por otro lado, algunos de los aspectos femeninos son: tejer relaciones, cuidado, colaboración, lo cíclico, etc.
En cuanto a las consecuencias que se dan cuando no hay una danza creativa entre ambos decirte que, por un lado, si operamos básicamente desde la energía masculina, por ejemplo, no sabemos escucharnos a nosotr@s mism@s (a nuestras necesidades y a nuestros verdaderos deseos –no los que provienen de las expectativas sociales-) o, por ejemplo, entramos en la acción por la acción y no sabemos pararnos. Por otro lado, si es la energía femenina la que domina, por ejemplo, no podemos materializar nuestros deseos por la falta de foco y de acción alineada a ello.
En conclusión, para cerrar, quiero reiterar la idea principal del artículo con la que quiero que te quedes: necesitamos de ambos aspectos, los masculinos y los femeninos, independientemente de si somos hombres o somos mujeres, si lo que queremos es poder ejercer de manera efectiva nuestro liderazgo y materializar nuestros proyectos personales y los profesionales desde la sostenibilidad y el sentido.
Muy interesante.
Conecto mucho con la idea de encontrar ese equilibrio que nos permita ir más allá. Y superar los enfoques que dedican las energías a explicar simplemente lo bueno o malo de uno u otro de los aspectos (masculino o femenino). Y eso no quita para reconocer que el patriarcado existe y cabe acabar con él.
Esperando que publiques ese segundo artículo profundizando.
😉
Salud y gracias!
Gracias, David, por comentar.
Desde mi punto de vista, que no es más que eso, un punto de vista, más que bueno o malo, el problema está en la falta de una danza creativa entre ambos. A mi criterio, ambos aspectos deben tener su lugar, puesto que en ambos hay dones necesarios, tanto para ejercer un liderazgo de manera efectiva, como en el momento de llevar a cabo los proyectos (dónde cada aspecto predomina, que no excluye, en función de la fase en que nos encontramos del proyecto). El juicio de los aspectos -en cuanto a su valor- hace que no podamos aprovechar los citados dones en su amplitud y a que no operemos en congruencia a lo que nos pide la realidad en cada momento. A mi entender, se trata de ampliar las opciones, sabiendo «encarnar» ambos aspectos, para poder estar al servicio de acuerdo a lo que mejor responde a la realidad según lo que sea necesario en cada momento.
Gracias por esta gran reflexión. No somos quien creemos ser y la sociedad nos influye mas de lo que debería, perdiendo toda esencia que nos hace unicos aunque diferentes de lo esperado. Me interesa mucho saber como bailar entre estos dos aspectos. Muchas gracias.
Gracias, Crisvira, me alegro te haya resultado valioso. Tomo nota para profundizar más adelante con otro artículo y, quizás, incluso, poder ofrecer algún taller experiencial al respecto.