Conoce los 5 motivos que bloquean los diálogos generativos en tu equipo
Autor: Núria Baldrich Mora
Publicado el 31 de mayo de 2021
Publicado el 31 de mayo de 2021
Autor: Núria Baldrich Mora
Tod@s sabemos de la importancia del trabajo en equipo y, a nivel teórico, tenemos claro que en equipo podemos llegar mucho más lejos.
A pesar de ello, cuando tenemos la voluntad de trabajar conjuntamente, el reto de conjugar la diversidad en las maneras de ver y experimentar las cosas y, en particular, las inercias y patrones psicológicos alimentados por una cultura de enfoque individualista, acaba suponiendo, demasiado a menudo, una fuente de dificultad para aprovechar la inteligencia colectiva en pos a los objetivos compartidos.
Centrándonos en la comunicación que se establece en un equipo en el momento de trabajar junt@s, hoy quiero compartirte 5 motivos que bloquean los diálogos generativos en tu equipo.
1) Nos olvidamos del propósito común y, a pesar de que queremos creer que estamos en diálogo, entramos en formatos conversacionales donde lo que prima son los intereses personales o partidarios. En este marco, aparecemos desde hábitos psicológicos e inercias que se sostienen claramente en el yo y poco o nada en el nosotros: protagonismo, personalismo, agendas ocultas, prejuicios, resistencias para dejar el centro del grupo las ideas para que sean transformadas, etc.
2) Atendemos a lo que nos diferencia y separa, más que al hecho de descubrir aquello que tenemos en común. Rivalizamos y actuamos con poca generosidad debido a que la cultura mayoritaria se sostiene en principios de escasez y competitividad (gano-pierdes).
3) Nos cuesta mantener en suspenso las propias creencias para escuchar verdaderamente a l@s demás: escuchamos en función de lo que nos encaja con las ideas preconcebidas e, incluso, estamos más pendientes de lo que diremos que de estar abiertos a inspirarnos y enriquecernos con otras maneras de ver las cosas.
4) Tendemos a la confrontación y a los monólogos paralelos, más que a relacionar ideas y a generar nuevas ideas conjuntamente. Demasiado frecuentemente ocurre que las ideas compiten entre sí y, sin verdaderamente escucharnos desde la apertura y la curiosidad, nos ocupamos únicamente de tratar de convencer a nuestr@s interlocutor@s.
5) Nos mantenemos aferrad@s a nuestras concepciones y nos cuesta abrirnos a planos superiores donde a menudo la aparente contradicción puede ser resuelta.
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